Si recurres al agua cuando te da un calambre muscular, quizá debas pensártelo mejor. Una nueva investigación realizada por la Universidad Edith Cowan (ECU) ha revelado que beber electrolitos en lugar de agua corriente puede ayudar a prevenir los calambres musculares.
El estudio, publicado en la revista Journal of the International Society of Sports Nutrition, reveló que las personas que bebían agua con electrolitos durante y después de hacer ejercicio presentaban una menor susceptibilidad a los calambres musculares que las que bebían agua corriente.
Los calambres musculares son una condición habitual y dolorosa que afecta a un gran número de personas, entre las que se encuentran alrededor del 39% de los corredores de maratón, el 52% de los jugadores de rugby y el 60% de los ciclistas.
Solución de electrolitos
El investigador jefe, el profesor Ken Nosaka, de la Facultad de Ciencias Médicas y de la Salud de la ECU, afirmó que el estudio se basa en la evidencia de que la falta de electrolitos favorece la aparición de calambres musculares, no la deshidratación.
"Mucha gente cree que la deshidratación provoca calambres musculares y bebe sólo agua mientras hace ejercicio para evitarlos", dijo.
"Descubrimos que las personas que sólo beben agua corriente antes y después del ejercicio podrían, de hecho, ser más propensas a los calambres".
"Es probable que esto se deba a que el agua corriente diluye la concentración de electrolitos en nuestro cuerpo y no reemplaza lo que se pierde durante la sudoración".
Cuando llegan los calambres
El profesor Nosaka decidió investigar las causas de los calambres musculares después de sufrirlos con regularidad mientras jugaba al tenis.
En el estudio participaron 10 hombres que realizaron carreras en una cinta de correr en pendiente descendente dentro de una habitación calurosa (35ºC) durante 40 a 60 minutos con el fin de perder entre el 1,5% y el 2% de su peso corporal a través de la sudoración en dos condiciones.
En una de las condiciones bebieron agua corriente durante y después del ejercicio y en la otra condición tomaron una solución acuosa con electrolitos.
Los participantes recibieron una estimulación eléctrica en las pantorrillas para inducir un calambre muscular. Cuanto menor es la frecuencia de la estimulación eléctrica requerida, más propenso es el participante a sufrir calambres musculares.
"Descubrimos que la frecuencia eléctrica requerida para inducir un calambre aumentaba cuando las personas bebían el agua con electrolitos, pero disminuía cuando consumían agua simple", dijo el profesor Nosaka.
"Esto indica que los músculos se vuelven más propensos a los calambres al beber agua corriente, pero más inmunes a los calambres musculares al beber el agua con electrolitos".
No toda el agua es igual
Los electrolitos son minerales como el sodio, el potasio, el magnesio y el cloro. Son esenciales para la salud muscular y ayudan al cuerpo a absorber el agua.
Las soluciones de rehidratación oral contienen electrolitos en proporciones específicas y pueden elaborarse con agua, sal y azúcar. Se encuentran habitualmente en supermercados y farmacias.
El profesor Nosaka dijo que los electrolitos tienen muchos beneficios tanto para los atletas como para la población en general.
"Los electrolitos son vitales para la salud: ayudan al cuerpo a absorber el agua de forma más eficaz que el agua corriente y sustituyen los minerales esenciales que se pierden con el sudor o la enfermedad", dijo.
"La gente debería considerar la posibilidad de beber líquidos de rehidratación oral en lugar de agua corriente durante el ejercicio moderado o intenso, cuando hace mucho calor o cuando se está enfermo por diarrea o vómitos".
El profesor Nosaka está planeando nuevas investigaciones para averiguar la cantidad óptima de electrolitos para prevenir los calambres musculares, así como la forma en que podrían ayudar a los ancianos y a las mujeres embarazadas.
Fuente: https://www.sciencedaily.com/releases/2021/03/210318101536.htm