No hay nada como una gigantesca explosión en una película para que el público sepa que las apuestas van a subir de nivel (o que quizás a Michael Bay se le acabaron las ideas y le sobró presupuesto para efectos especiales). Pero, ¿cómo es posible que esas explosiones de las películas parezcan siempre bolas de fuego perfectas y vibrantes? El YouTuber y "hacedor de cosas" Tom Scott nos da una respuesta a esa pregunta en su último vídeo.
Scott, que ha realizado otros innumerables vídeos aclaratorios sobre asuntos como las lámparas de lava que ayudan a preservar el tráfico en Internet o cómo los científicos están desarrollando rayos X en 3D en color, ha publicado recientemente el vídeo anterior en su canal de YouTube. Scott explica en la descripción del vídeo que, aunque las explosiones en las películas se ven bien, "son un poco desalentadoras" en la realidad.
De hecho, Scott arranca en el vídeo mostrando una explosión convencional, que resulta visualmente deslucida. A pesar de que, obviamente, se trata de una potente explosión que hace temblar el suelo y los árboles a su alrededor. Y lanza un estruendo tan fuerte que sobrecoge a Scott, a pesar de que sabe que va a producirse.
El encargado de ejecutar la explosión, Stephen Miller, un ingeniero de explosivos colegiado, nos muestra a continuación cómo los cineastas producen una explosión mucho más estética; utilizando una técnica que realmente minimiza el daño de la explosión, a la vez que maximiza el efecto visual. Crea una de esas explosiones que vemos en los planos en los que James Bold se aleja sin inmutarse.
Esencialmente, para hacer una explosión cinematográfica, los expertos utilizan una carga explosiva para vaporizar una bolsa de combustible en el aire, y luego encienden la nube subsiguiente en una gigantesca bola de llamas. Miller también muestra cómo los técnicos utilizan "ollas de mortero" (cuencos de acero angulares) para controlar la dirección de las explosiones.
La explosión resultante es una expansión descomunal de llamaradas hacia arriba y hacia afuera. Miller lo describe como "un montón de llamas y fuego y humo sucio", lo cual es fascinante; sobre todo porque eso debe significar que el público prefiere la apariencia de la explosión de gasolina a otros tipos.
Por último, Scott señala que los cineastas tienen un truco más en la manga para hacer que las explosiones parezcan atractivas: los ángulos de cámara. El YouTuber señala, por ejemplo, que moviendo la cámara hacia atrás mientras se hace zoom, los directores de fotografía pueden hacer que parezca que un actor está mucho más cerca de la acción de lo que está en realidad. Lo cual es bueno. Porque las cosas que explotan en la vida real suelen tener consecuencias mucho más complicadas.