Los neuroteólogos han estado investigando nueva información que sugiere que la religión y la ciencia pueden tener más en común de lo que pensamos.
Los científicos están empezando a descubrir cómo la religión es identificada por el cerebro, gracias al terreno de la neuroteología. Este nuevo avance combina dos cosas: la religión, que es un conjunto de creencias que ponen en marcha diferentes partes de nuestro cerebro, y la teoría de la mente, que es la capacidad de interpretación de los estados emocionales y mentales de uno mismo y de otras personas, incluidos los deseos y las creencias. Los neuroteólogos teorizan que la religión y la teoría de la mente pueden estar conectadas por la capacidad de las personas para imaginar una realidad más allá de su experiencia sensorial inmediata. Si es cierto, entonces las mismas partes del cerebro que se activan durante las pruebas de la teoría de la mente también se activarán cuando se piensa en Dios.
Y eso es justo lo que los científicos han encontrado. En un estudio en el que se preguntó a 15 cristianos y 15 "no creyentes" sobre la existencia de Dios, la corteza prefrontal ventromedial se iluminó en todos los participantes. Esta localización del cerebro es la responsable específica de la recompensa y la percepción de la auto-relevancia.
Otra parte que se iluminó fue el gyrus cingulado anterior. Se cree que esta parte del cerebro modula el conflicto, los errores y las violaciones de nuestras expectativas. Esto sugiere que hubo un grado de conflicto interno cuando se le pidió que pensara en un poder superior. Incluso los no creyentes tenían esta área iluminada porque aunque no creían en la religión, todavía creían en algo.
A pesar de las notorias diferencias entre la religión y la ciencia, es factible que a medida que la corteza prefrontal se fue desarrollando para permitir que los seres humanos tuvieran un pensamiento más abstracto, los principios y credos religiosos se desarrollaron para ayudar a que las personas se entendieran entre sí y se conectaran con un propósito más elevado. Este tema neurológico de la prosocialidad es común entre las religiones del mundo, pero la mayoría lo conoce por una frase diferente: "ama a tu prójimo".